lunes, 12 de noviembre de 2012

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

En esta entrada hablaré sobre el libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de Sacks Oliver, concretamente del capitulo "La dama desencarnada"
El autor habla de que no nos damos cuenta de las pequeñas cosas, las que damos por obvias, como el cuerpo por ejemplo, simplemente está ahí, no nos lo cuestionamos.
 Una joven, Christina, en pocos días "se quedó sin cuerpo", no tenia consciencia de donde estaba cada parte de su cuerpo sin mirarla, se sentía desencarnada, era incapaz de mantenerse en pie, sus movimientos eran torpes e involuntarios, se le caían las cosas de las manos.
No podía mantenerse en pie, salvo que mirase hacia abajo, hacia los pies. No podía sostener nada en las manos, salvo que mantuviese la vista fija en ellas. Cuando extendía una mano para coger algo, o intentaba llevarse los alimentos a la boca, las manos se equivocaban, se quedaban cortas o se desviaban descabelladamente. 
Tras ocho años, mucha reabilitación y gracias al sentido de la vista puede hacer una vida que parece normal, pero que para ella supone muchisimo trabajo y atención para poder hacer cualquier cosa.
Opinión.
Creo que es cierto que no tenemos en cuenta muchas de las cosas que hacemos y que tenemos, que no valoramos las cosas.
No comprendo como una parte del cerebro puede ir dejando de funcionar sin ningún tipo de razón.
Me parece muy sorprendente como una persona puede no tener conciencia de su propio cuerpo y como a través del resto de los sentidos puede conseguirlo mas o menos.